¡Llame Ahora, Llame Ya!: ¿Necesidad o Fetichismo?
Al prender la televisión, y hacer un pequeño recorrido por la gran gama de canales que hoy en día ofrece la televisión, advierto que en muchos de ellos están transmitiendo los ya típicos comerciales conocidos por todos: ¡Llame Ahora, Llame Ya!, en donde nos ofrecen una diversidad de productos que a simple vista son muy útiles tanto para el uso del hogar como para el uso personal. Sin embargo, haciendo hincapié en la postura que nos planteó la Teoría Crítica, me gustaría hacer un pequeño análisis respecto a la utilidad o necesidad real de estos productos.
Sin duda alguna, cada una de estas ofertas cumple muy bien una función determinada, con el objetivo de facilitar la vida del ser humano en distintos aspectos. Así es como podemos ver que nos ofrecen utensilios como paños ultra absorbentes, máquinas de súper abdominales y maquinas para cortar verduras, entre muchos otros. No obstante, mi interrogante es ¿Hasta que punto la utilidad de estos productos se puede considerar como una verdadera necesidad para nosotros? ¿O es que la sociedad de consumo en la que estamos inmersos nos ha generado falsas necesidades?
En mi opinión, creo que si bien es cierto estos productos pueden ser muy útiles y facilitarnos la vida, no satisfacen una necesidad esencial en nuestra vida, en el sentido de que ninguno de ellos realiza una función que no pueda ser realizada por otras vías por nosotros; podemos limpiar con un paño sin la necesidad de que sea ultra absorbente, podemos hacer abdominales sin necesidad de una máquina, y podemos cortar las verduras sólo con un cuchillo y sin la necesidad de un artilugio que lo realice. En este sentido, pienso que los postulados de la Teoría Crítica calzan muy bien, ya que me parece que los medios de comunicación nos muestran y ofrecen el diseño como una mercancía de consumo con el fin es persuadir y estandarizar a las masas. Así se genera una ilusión de nuevas necesidades en las personas con el fin de aumentar sus expectativas de consumo. Es así como nos encontramos con canales de televisión que se dedican prácticamente a la venta de estos “mágicos productos”.
abril 15th, 2009 at 19:33
Me parece muy interesante el tema que propones y concuerdo con tu opinión. Creo que gran parte del atractivo de estos productos está en su «multifuncionalidad»: el cuchillo no sólo es cuchillo, si no que también es descorchador, lima, mondadientes, lupa, destornillador, etc, etc. «Y como si esto fuera poco, ¡por el precio de uno te llevas dos!». Así, aparecen también como una buena inversión.
Al parecer algo hay en que los objetos cumplan muchas y variadas funciones, quizás la idea de que pudiesen simplificarnos un poco el día a día.
abril 15th, 2009 at 20:05
estoy de acuerdo ! creo que un poco de complejidad le haria bien a nuestra adormecida sociedad , estos productos a parte de impregnarnos el diseño de lo que debemos comprar no están acostumbrando a una vida de innovación… o sea da lo mismo que podamos hacer las cosas de otra manera sin su ayuda, el problema es que nos estan imponiendo su ayuda!!! que al final de cuenta no es una relevancia para nosotros…
buen punto 🙂
abril 16th, 2009 at 7:20
Concuerdo con lo que planteas, efectivamente me parece que tiene que ver con la naturaleza de la sociedad de consumo de crear falsas necesidades a la gente, prometer la solución a gran parte de los problemas con tan sólo un llamado, pero que -sin embargo y paradójicamente- cada vez crea más necesidades y al mismo tiempo más frustraciones por no alcanzar la felicidad prometida. Es por esta razón que no me llama la atención que nos encontremos con estos canales dedicados a vender insólitos productos multifuncionales. Lo que si me cuestiono es hasta qué punto creemos que lo que se nos dice en la televisión que debemos consumir es lo que realmente necesitamos, hasta qué punto podemos ser manipulados con un poco de “sobreinformación”. No somos seres inertes que digerimos todo lo que nos muestra la pantalla, podemos alejarnos de la lógica de la sociedad de consumo ¿o no?