más información, menos dirección.
Las nuevas formas culturales que adoptan los medios han acaparado innumerables modalidades. Hacia donde nos dirigimos es el gran tema. Mientras, divagamos entre la amenazante distorsión de la privacidad en internet, lo que representa una tierra fértil y abundante para la manipulación de un gran público descubierto culturalmente y por tanto, propenso a ser tentado por cuanta maquinaria propagandística existe. O bien, estamos encaminados hacia una sociedad más cubierta, con mayor participación y con cada vez más información circulante, lugar donde cada uno es un potencial actor social capaz de modificar la realidad propia y del mundo.
Estas son probablemente grandes disyuntivas que acaparan los planteamientos de uno u otro bando en temas de evolución cultural. ¿Será el internet el nuevo espacio para el desplante de nuestras inquietudes?, ¿Se transformará en la nueva plaza pública en donde los encuentros y des-encuentros tengan cabida para el siglo XXI tal cómo fue en la Grecia de hace más de dos mil años? Son preguntas que surgen al ver como la red amplía cada vez más su alcance desde la globalización y hacia un lugar en que no sabemos si tendrá un fin próximo. Resulta evidente que estos cambios traerán consigo nuevas visiones de mundo, quizá contrapuestas entre sí, quizá concordantes en un mismo ciberespacio. Es probable que traigan consigo nuevas formas de organización social o que el mercado se anteponga frente a las relaciones personales. Dejo aquello a la reflexión de cada uno.
No obstante, si es que nos dirigimos hacia una sociedad más informada, más participativa, más circulante, resulta evidente que los cambios en las nuevas tecnologías comunicacionales, conllevará también cambios sustantivos en las nuevas formas de organización social, producto de una mayor circulación de la información pública. Al respecto Marx se manifestó hace más de un siglo vaticinando que la historia marchaba inevitable e irreversiblemente desde el capitalismo al socialismo. ¿Hacia dónde nos dirigimos entonces?, Dejo la pregunta abierta.
junio 18th, 2009 at 7:49
«De este modo podría decirse que nacimos en la época moderna sin que nos dejaran ser modernos; cuando pudimos serlo lo fuimos sólo en el discurso programático y cuando empezamos a serlo en la realidad nos surgió la duda de si esto atentaba contra nuestra identidad»
Creo que esta cita se puede homologar a lo que planteas respecto de los efectos de la segunda, tercera, cuarta… modernidad (ya no sé en qué número vamos). A mi parecer, ya es algo indiscutible que los nuevos medios significaron un asalto a la privacidad y una apertura informativa, la pregunta que rescato es respecto del cómo podemos explicar las nuevas formas de organización o desde donde se hace inteligible la vida en sociedad. A mi parecer, la constitución de la sociedad hay que asumirla con un tercer actor: la información. Si bien en un principio toda teoría sociológica estaba orientada a definir las relaciones sociales en términos de los intercambios simbólicos de dos o más personas – Mead, Bummer, etc. – o de los procesos más estructurales – Parsons, Luhmann, etc., hoy hay que asumir que hay un nuevo actor que está transformando las formas de organización de la vida colectiva: la información.
Es necesario asumir a la información como un actor con el cual dialogamos día a día, esperamos respuestas, definimos líneas de acción, reaccionamos, discutimos, etc. No por esto hay que instalar la paranoia de que los nuevos medios acabaran con nuestra sociedad.
junio 18th, 2009 at 10:28
Bajo ningún contexto he querido ser paranoico, tan sólo apunto los dardos -y concuerdo contigo- a las nuevas formas de organización que han sido determinadas, y que van a ser determinadas en el futuro, porducto del mismo actor que planteas. La información ha sido trascendente y categórica para dar un paso al frente en lo que nuevas organizaciones sociales respecta. Al parecer, la sociedad actual no tiene cabida sin tomar en cuenta esta triangulación comunicativa.
Así, comprender el actual proceso «globalizante» desde sus alcances en materia de espacio público, resulta llamativo, pues si cambian las formas de organización, conllevará la urgencia de nuevos lugares o espacios en donde ineludiblemente se lleven a cabo estas dinámicas comunicativas. Bajo esta lógica, aún queda bastante camino por recorrer.
junio 18th, 2009 at 14:33
Me parece interesante la acotacion de Matias y el desgloce de Jorge. Sin duda la informacion es uno de los actores mas relevantes dentro de la sociedad global actual. Muchas veces la informacion se transa con dinero, pero muchas otras, esta primera llega a ser mas valiosa que la segunda.
En este sentido, una de las problematicas es como el publico global reacciona y acciona frente a un cumulo de informacion ilimitado. Hay que poner acento en las formas en que los individuos interiorizan este conocimiento o informacion y como hacen uso de ella. Y vuelve a la mesa el tema de la educacion, la familia, y el contenido valorico (no moral) que queremos que lleven los individuos para manejarse e incorporar nueva informacion a su acervo cultural.