Eleven Anclas: Rumbo a la Globalización.

globLos efectos del proceso de globalización en el campo de los medios de comunicación son un ámbito ampliamente explorado por las ciencias sociales, en especial por la sociología, la cual ha acuñado y levantado conceptos que explican –teóricamente- los efectos más significativos tanto en la esfera social, política y cultural. Anthony Giddens en su obra “Consecuencias de la Modernidad” plantea el concepto de desanclaje, el cual -a mi entender- es un concepto sumamente útil a la hora de visualizar los efectos de la globalización, o, más específicamente de una de sus herramientas predilectas, de los medios de comunicación, permitiéndonos de este modo, a mi juicio, visualizar nuestro nuevo papel a desempeñar en la sociedad globalizada de hoy.

La interconexión que ha supuesto la supresión de barreras de comunicación entre los diferentes países del mundo en pos del proceso de globalización se expresa en el hecho de que las transformaciones sociales se den prácticamente en la totalidad de la superficie terrestre, lo que supone una discontinuidad en el ámbito de cambio, ya no particular sino, gracias a la interconexión, generalizada, lo que a su vez como explica Giddens, al igual que Ernesto Ottone, trae consigo un distanciamiento entre el espacio y el tiempo, dado que el proceso de comunicación está ahora dado por una conexión entre la presencia y la ausencia. En este sentido, los medios de comunicación emergentes fomentan las relaciones entre ausentes, distanciados totalmente de cualquier situación de interacción cara a cara, lo que a su vez sienta las bases para una recombinación de la actividad social. Este dinamismo extremo y nuevo ordenamiento social y cultural es la condición para el proceso de desanclaje, el cual Giddens entiende como el despegar de las relaciones sociales de sus contextos locales de interacción y reestructurarlas en indefinidos intervalos espacio-temporales.

La nueva concepción del espacio (desplazado) y del tiempo (acelerado), fomentada y expandida por las nuevas tecnologías de comunicación, nos sitúa a nosotros: “los desanclados” como los nuevos actores sociales encargados de (re)construir las bases en las que fundamentamos nuestra vida cotidiana. Se que parece un tarea imposible y desalentadora, dada la vertiginosidad de los cambio a los que nos vemos enfrentados, pero creo, al igual que Alan Touraine, que estas transformaciones, en las cuales el individuo debe de dejar de pensarse como una persona ubicada y categorizada por una serie de determinantes, sino que debe pensarse en relación con sí mismo, abren la posibilidad de vivir una nueva individualidad en la que estemos más enfocados hacia nosotros mismos que hacia el exterior. En este sentido, la debilidad de las instituciones y la desarticulación espacio temporal producida por el proceso de globalización permite la formación de nuevos actores que se definen a partir de su derecho de ser individuos, a ser personas singulares (Alan Touraine: Individualidad y Globalización).

Manos a la obra: se los dice un desanclado.

7 Responses to “Eleven Anclas: Rumbo a la Globalización.”

  1. admin Says:

    ¿No es este concepto de desanclaje un guiño a las teorías de la posmodernidad? Es difícil pensar un orden social basado en encuentros basados en la ausencia. El concepto de globalización tiene muchas trampas que pueden desestabilizar hasta las teorías más sólidas.

  2. gabriel.otero Says:

    Creo que el concepto de desanclaje denota una de las contradicciones de la modernidad, pero dificilmente sea un guiño a las teorías de la posmodernidad. Ello, porque Giddens menciona que no estamos entrando en la postmodernidad en el sentido en que lo afirma Lyotard, sino que las consecuencias de la modernidad se están radicalizando y universalizando. Visto de ese modo, la separación del espacio-tiempo, lo que genera es un mayor dinamismo de la modernidad, y el proceso de desanclaje es parte de eso. Además, tal como menciona Diego, los medios de comunicación emergentes fomentan las relaciones entre ausentes, y de la misma forma, fortalecen los pilares de la modernidad. Permitiendo mayor organización racionalizada y expansión del capitalismo, en su versión financiera, por ejemplo. Saludos.

  3. admin Says:

    Sí, entiendo la postura de Giddens, pero el término «desanclaje» me sugiere cierta absorción desde el sistema, hoy globalizado y mundializado en redes electrónicas, del «mundo de la vida», que es un ancla fundamental para la cultura y la sociedad. Quizás el término en inglés es más asertivo. Hoy existe una discusión importante acerca de las ventajas y desventajas de que el mundo sea «plano», discusión que, así como se presenta en este planteamiento, se quedaría sólo en lo descriptivo.

  4. diego.valdivieso Says:

    Aunque parezca casi imposible, concuerdo con ambos planteamientos: Por un lado, el concepto de desanclaje acuñado por Guiddens no es, en ningún sentido, posmoderno, puesto que él mismo da origen a esta idea resaltando los efectos de la «modernidad» en las conexiones que existen entre la actividad social y su “anclaje” en las particularidades de los contextos de presencia. Por otro lado, es también cierta la argumentación del profesor en base a la vinculación que hice entre el concepto de desanclaje y la teoría del individuo en la globalización desarrollada por Alan Touraine, puesto que este último plantea y resalta el fin de los actores y la emergencia del individuo (“sujeto”) en el contexto de lo que Shultz llamaría “el mundo de la vida”, una visión, a mi gusto: “posmodernista”.

  5. admin Says:

    La verdad es que el corte entre posmoderno y moderno tardío, al menos en la arena de la globalización mediática, es un corte que define o el fin o el comienzo de un nuevo paradigma. Ahí está el conflicto. No es nada fácil. Depende mucho del ánimo con que evaluemos estos procesos complejos. Por eso, siempre es mejor situarse en el centro de la disputa, no cayendo ni en lo apocalítpico ni en lo ingenuamente integrado.

  6. luciano.diaz Says:

    Por lo general, concuerdo con las opiniones planteadas. Sin embargo, me llama la atención aquel planteamiento de Alain Touraine que llama al actor social a definirse como un «sujeto» que se concibe en relación a sí mismo. Pues, una de las características principales del proceso de globalización es que las redes tecnológicas son el sistema nervioso de nuestra sociedad. Esta revolución tecnológica -que descansa en la microtecnología- de alguna forma determina, condiciona y define y estructura nuestra acción. En esta lógica:

    ¿Cómo podemos comprendernos como sujetos -únicos y llenos de misterios-, si nuestra acción esta determinada por una estructura y un sistema tecnólogico que sigue descansando en «el otro» más que en el propio individuo?

  7. carolina.quiroga Says:

    Luciano, según entiendo lo que señala Touraine se refiere a que las personas como actores sociales, incertos en su teoría de movimientos sociales, y promovedores directos del cambio social, se ven «ahora» incertos en un contexto donde la globalización y la separación, y predominio de la economía sobre el resto de las esferas sociales, coherciona a los sujetos. En éste sentido la globalización traería consigo una «reconstrucción del individuo».

    En cuanto al concepto de desanclaje que propone Diego, creo que éste puede ser visto, efectivamente como un proceso de intensificación de la internacionalización, proceso contenido en la globalización. De hecho si hechamos un vistaso a la historia, con el inicio de la imprenta y la masificación de los libros, según lo expuesto por Thompson, se presenta desde esa época el fenómeno de internacionalización, el cual ya para ese entonces provoco un cambio enorme en las posibilidades e imaginarios de los sujetos en cuanto a las dimenciones territoriales. (Ottone)

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