La Televisión; Tecnología que nos Prende y Apaga
Considero que los medios de comunicación nos han enriquecido despertando nuestro intelecto con diversos estímulos, como al incluir a la tecnología en la educación que por principio se encarga de hacer trabajar nuestra mente. Pero también, creo que estos han cambiado a nuestros niños, los han manipulado y ellos se han vuelto menos inocentes. No voy a culpar solo a los medios de comunicación o específicamente a la televisión, pues a ella me referiré, pero digamos que tienen una cuota importante de adeudo.
Creo que todos alguna vez hemos escuchado que los extremos siempre son malos y ahí es cuando decimos ¡Apaga la tele y prende tu mente! No puedo pensar que mi pequeño hermano de 8 años se sienta todos los días frente al televisor a eso de las 7 de la tarde (hora de niños) a ver en un canal nacional (el 13) dibujos animados (creados en un comienzo para niños) y tenga que ver violencia (¡Bart, pequeño demonio!, Tom y Dally), poca autoridad y estupidez (Homero), temas sexuales (digamos que Homero y Marge son lo suficientemente explícitos) y en general un trastoque de valores sociales profundos.
Hablo de la tremenda influencia mal valorada que ha ejercido sobre nuestra educación, nuestros valores, nuestro crecimiento y nuestra vida los medios de comunicación. Y si bien, toda esta tecnología nos ha despertado, también nos ha puesto a prueba de la manera más terrible, ¿Cómo sabemos qué podemos ver?, ¿Quién nos formó el criterio para saber qué pueden ver nuestros niños?, ¿Si bien la educación que recibimos sabemos no fue de excelente calidad, nos habrá educado para enfrentarnos a las consecuencias de los medios de comunicación?, y si todas las preguntas tienen respuesta negativa; ¿Cómo serán nuestros niños de adultos? Las cosas no son tan fáciles como para desligarse de la responsabilidad que el ser adulto conlleva y por si fuera poco, el impacto de los medios de comunicación es muy grande como para que no sea indispensable que una disciplina se haga cargo a cabalidad, ya que la información existe gracias a las exhaustivas investigaciones que se llevan a cabo.
Tratemos de entender que las cosas no suceden porque sí, los hechos no se crean ni se construyen solos. No podemos decir que así están las cosas sin siquiera mostrar una primicia de responsabilidad. No puede ser consecuencia de un solo factor, no debe pensarse que todo sucede porque vivimos “en el contexto moderno” y por esa razón los adolescentes actuales se destruyen sin conciencia.
La realidad es que vivimos en el contemporáneo y abatido tiempo real y debemos hacernos cargo.
abril 13th, 2009 at 23:52
Hola compañero , discrepo fuertemente con el contenido de tu columna , hablar de las consecuencias de la TV en la socialización de los niños es una tesis bastante añeja desarrollada por G. Gerbner conocida como «La teoría del cultivo», que básicamente consiste en lo que tu propones ,sin embargo Wolf en su libro “Los efectos sociales de los medias “ señala ciertas falacias argumentativas en dicho enfoque teórico , por ejemplo : No podemos aislar la variable horas frente a la TV, porque no sabemos que tanta atención se le presta a ella , del mismo modo si afirmamos que mirar programas violentos lleva a actuar posteriormente con violencia, no podríamos medirlo, porque es probable que cierta gente con una pre-disposición de actitudes violentas disfrute de ver contenido agresivos en TV , en este caso la correlación va en sentido contrario (predisposición sobre horas de consumo ).
Bueno, por ultimo me gustaría que usted hubiese citado algún estudio que apoyara su «opinión”. Saludos cordiales .
abril 14th, 2009 at 14:14
Charleene, pones un tema que ha sido una de las preocupaciones importantes de la corriente de los «efectos» de los media. Si bien no se ha podido comprobar el poder nocivo de la TV en los niños, esta ha sido históricamente regulada. En Chile, por el Consejo de Nacional de Televisión y en otros países como Estados Unidos por la FCC (Federal Communication Comission), organismos que establecen pautas para el funcionamiento de los medios audiovisuales. Bien conocidas son las restricciones de contenidos para cierta edad como una manera de apoyar a los padres que ven en los media un enemigo de la temprana socialización. Ahora con Internet el debate se agudiza ya que los niños de hoy tienen acceso a prácticamente todo lo que se les ocurra en una plataforma que acoge lo «bueno» y lo «malo» del mundo. Yendo más allá, pensemos en las nuevas configuraciones que trae consigo la masificación del teléfono móvil, el cual es ocupado a veces para el famoso bullying.
Como dice Javier, ese temor puede considerarse algo infundado aunque eso no signifique que los gobiernos adopten una total liberalización de los media.
abril 16th, 2009 at 12:02
Creo que los medios de comunicación, en este caso específico la televisión, son, como su nombre bien lo dice, un MEDIO, un medio que uno utiliza para el fin que uno estime conveniente. Si uno así lo desea (y si se tiene TV cable) la televisión puede ser bastante educativa y sana, tanto para adultos como para niños. Eso depende netamente del fin con que uno use estos medios. Por supuesto que no es sano que un niño pequeño invada su mente inocente con imágenes llenas de violencia y sexo, pero cabe destacar que eso no es problema de la televisión, el problema es de los padres, que han encontrado en la televisión una nueva niñera. Si los padres controlaran lo que sus hijos están viendo en la TV no tendría por qué haber problemas, es algo de responsabilidad. La mayoría de los televisores tiene control parental, o sea que apretando dos o tres botones del control remoto podemos censurar programas que creemos que no son aptos para nuestros niños. Además del Consejo Nacional de Televisión, que nos dice qué programas son para niños, para la familia y para adultos. Supuestamente después de las 10 de la noche la televisión transmite programas para mayores de 18 años, y me atrevería a decir que un importante número de los televidentes de los programas que dan después de las 10 no necesariamente tienen más de 18 años. Entonces no es de extrañarse si un niño de 4 años tiene algún problema en su conducta siendo que es fanático de Morandé con Compañía y de la lucha libre. Ahí no habría que echarle la culpa a los medios ni a la televisión, sino a los papas que permiten que sus hijos vean estos programas que no son para niños.
Lo mismo que el grooming, si los padres pusieran atención de qué es lo que están haciendo sus hijos en la Internet, sencillamente no habrían acosos sexuales por este medio. Un niño pequeño no tiene la capacidad para discernir lo que es bueno o malo, y los medios pueden usarse tanto para cosas buenas como para cosas malas, es ahí donde el papel de los padres es fundamental, para velar y vigilar que sus hijos usen los medios de manera positiva, evitando así posibles riesgos.
mayo 2nd, 2009 at 17:49
Javier, la verdad es que mi escrito no pretendía asegurar que la tv provocaba una actitud violenta o que tenía una influencia indiscutible en todos los niños y sin excepción, tampoco en ningún momento siquiera insinué que no hubiesen otras variables que afectasen la influencia que la tv pudiese tener en los niños (“No puede ser consecuencia de un solo factor”), de hecho mi objetivo era mostrar que la tv influye y que nosotros no estamos educados como para saber que deben o no deben ver los niños (“La realidad es que vivimos en el contemporáneo y abatido tiempo real y debemos hacernos cargo”.), y de esta manera también le respondo a Pamela, pues ella escribió; “Por supuesto que no es sano que un niño pequeño invada su mente inocente con imágenes llenas de violencia y sexo, pero cabe destacar que eso no es problema de la televisión, el problema es de los padres, que han encontrado en la televisión una nueva niñera”. En ningún momento dije algo contrario a esto, pues de hecho en muchas ocasiones así sucede, los padres ven que la tv entretiene a los hijos y les sirve, sin importar qué es lo que ven, y así lo di a entender en mi escrito cuando propuse que debíamos hacernos cargo o cuando escribí que las cosas no eran tan fáciles como para desligarnos de la responsabilidad que el ser adulto conlleva, pero dando el ejemplo de los Simpson y especificando la hora en que lo dan y en que canal lo dan, nos daríamos cuenta que es un horario de niños, en un canal abierto, y si bien, como dice Pamela la tv cable puede ser lo bastante educativa o se puede tener una gama de canales de dibujos animados, la gente que no tiene acceso a ella, se queda con la simple y sencilla tv abierta. Hay padres que tendiendo el referente de que se trata de dibujos animados (diseñados para niños), que es en una hora apropiada y en un canal abierto, quedan satisfechos y confían en que sus hijos no verán nada inadecuado, de hecho yo misma lo pensaba así hasta hace un tiempo que me senté a ver los Simpson por primera vez y me di cuenta que no eran lo que yo pensaba y la verdad, me preocupé.
En cuanto a las referencias bibliográficas que Javier me pidió, si bien estas no eran obligatorias, pensé en citar, pero no conozco autores sociólogos que hablen de este tema, y a pesar que busqué en internet, no encontré ninguno, lamento el infortunio.
Por último, me disculpo por la tardanza en la respuesta, no fui capaz de hacerme el tiempo para contestar antes, y gracias por sus opiniones.