Internet Escribe… ¿Quién Contesta?

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Me molesta y preocupa demasiado que en “los medias y la modernidad” no se haga mención del internet. Por supuesto que no había otra forma, si el libro fue publicado en el 97, pero sigo pensando en cómo las comunicaciones online retuercen el sentido de los tipos de interacción presentados por Thompson. Tenemos una clasificación muy correcta y funcional, útil para distinguir las complejidades de los media (interacción cara a cara, interacción mediática, interacción casi mediática), pero que al pasarlo al medio virtual queda cuando menos obsoleto. Probablemente no lo hubiera notado tanto si no se hiciese mención de un autor favorito de culto, el señor Erving Goffman. Porque una de las propiedades de varias tácticas de comunicación online es, precisamente, la libertad absoluta del backstage.

Tomemos el caso del correo electrónico. Como en cualquier tipo de interacción mediática, existe “una separación de contextos; la disponibilidad extendida en el tiempo y el espacio” (pg. 120). Pero lo que no cubre esta definición es la diferencia entre, por un lado, la separación absoluta del tiempo, que hace posible la comunicación dentro Los participantes no comparten el mismo sistema de referencia espacio temporal; y por otro, la discontinuidad estratégica del tiempo y el espacio. Aquí es donde Goffman reluce: como medio de interacción, el correo depende de una relación dialógica entre los participantes. Lo que no se toma en cuenta es que el receptor tiene el control absoluto sobre la interacción. Es él quien responde el mensaje enviado, y es él quien decide en que momento lo hace. Es perfectamente válido dejar un correo sin responder por semanas, ya que el backstage está tan velado para el otro, que le resulta imposible echárselo en cara.

Otro caso interesante es el Messenger. Aquí en teoría la comunicación es instantánea, siendo la gracia el poder seguir un ritmo completamente normal de conversa sin importa la distancia. Pero como cualquiera sabe, la realidad es bien distinta: gente que se escapa en medio de una pregunta vital para darle de comer al gato, o comprar cortinas nuevas para el baño. En Messenger siempre está la ansiedad de no tener idea si la persona “está o “está ESTÁ”. Como resultado tenemos una interacción de Shrödinger: no hay forma de saber, hasta que el receptor responda, si estamos realizando una interacción o una casi-interacción, puesto que no tenemos idea si el receptor “existe” (como alguien que nos está escuchando) o no.

A Thompson, que sigue vivito y catedreando, le demandaría una explicación (sí, a lo Condorito). Con Goffman ya me imagino lo que pensaría de las redes: Por allí y por allá saltan noticias lo implausible de estar delante y detrás del telón al mismo tiempo. A usted también le puede pasar.

6 Responses to “Internet Escribe… ¿Quién Contesta?”

  1. admin Says:

    Hola Nicolás. Justamente esa es una de las debilidades de Thompson y es frente a casos como el que mencionas cuando la tipología se hace demasiado simple. Sin embargo, el mismo Thompson advierte este hecho señalando que esta tipología puede complementarse y extenderse. Me parece un ejercicio interesante llevar estas categorías de análisis a Internet para hibridizarlas y extenderlas.
    No negaría el aporte de Thompson de un modo tan fácil, me parece que el autor hace un recorrido coherente en su obra y reivindica de alguna manera el análisis sociológico en el ámbito de los media, intentando superar algunas urgencias teóricas como el concepto de masas y otros.
    Respecto a Goffman, no conozco al autor en profundidad pero su enfoque dramatúrgico me parece interesante aunque insuficiente para dar cuenta de los tejidos sociales que se crean en las redes electrónicas. Hay un uso metafórico que puede funcionar en ciertos nichos analíticos pero no más que eso. Este es un punto relevante para discutir en clases.

  2. nicolas.bonnefoy Says:

    No quería desechar adrede los aportes de Thompson, pero me resulta una lástima que no puede aplicárselo al área que más me fascina: la comunicaciónn por Internet, en especial desde el punto de vista fenomenológico. Es un mundo tan grande que requirió per se un nuevo sistema simbólico para interaccionar, con nuevas consecuencias dentro de la comunicación diaria.

    Sobre la dramaturgia, el paralelo metafórico es una aproximación en palabras del propio Goffman (debe ser el único autor de sociología que contiene un plot-twist al final de su libro), que envuelve una poderosa teoría fundada en los principios de la Grounded Theory. Por un poco más de detalle, tengo un artículo en el que cruzo nociones de la dramaturgia con Youtube, y sus consecuencias. La publicación está pendiente, pero puedo mandarte un adelanto. O subirlo acá como borrador (para no ocupar espacio que no es mío). Espero esa discusión en clases.

  3. admin Says:

    Sí, por eso hemos dedicado tiempo a Thompson en la introducción del curso. Su panorámica, si bien adolece de riesgos necesarios como es toda conclusión anticipada acerca de qué está pasando realmente en Internet, es sumamente útil como mapa general que conecta los media y la modernidad. Un plot-twist en su obra no me parece necesario.
    Respecto a YouTube, veo una conexión potente con la Grounded Theory: en Internet el caos de datos nos dificulta demasiado pensar categorías a-priori. En YouTube, como veremos en el apartado de nuevos medios, ocurre un verdadero mash-up cultural, que debemos abordar desde nuevas miradas.
    El texto que anticipas es valioso para este Blog, podrías publicar una versión simple para discutirlo acá.

  4. Patricia Says:

    Así como Thompson, existen grandes teóricos que han quedado “al debe” respecto a planteamientos formulados en un determinado momento de la historia y que, al transcurrir los años éstos van perdiendo validez por diversos motivos, en este caso por la proliferación de la Internet. Estas problemáticas son parte de la Modernidad, pero tal como dice el profesor, “es sumamente útil como mapa general” tener presentes las tipologías de Thompson y llevarlas a la esfera virtual. Ahora bien, estoy de acuerdo contigo, en el hecho que estamos hablando de un personaje que aún sigue vivo, por lo que debiese teorizar con mayor profundidad en las nuevas complejidades de los medias, principalmente en la Internet.

    Siguiendo la discusión que mantienes con el profesor, podríamos señalar que estas tipologías pueden llevarse a la esfera virtual de la siguiente manera: Tú mencionabas MSN, bueno qué ocurre si a este tipo de interacción le aplicamos la webcams. En esta situación tendríamos a dos individuos que no comparten un espacio físico pero si comparten un tiempo determinado y donde ambos pueden estar observándose de manera instantánea, produciéndose una interacción cara a cara hasta cierto punto ¿O no? ¿Habría una hibrides entre la interacción cara a cara y la interacción mediática? Por otro lado, ¿Dónde podríamos situar a las videoconferencias?

  5. admin Says:

    Podríamos decir que estamos en contextos de interacciones híbridas, interacciones mediáticas digitales, o interacciones cara a cara virtuales. Justamente este tema es el inicio de una nueva discusión para la sociología de los medios de comunicación.

  6. nicolas.bonnefoy Says:

    Jorge, Patricia, gracias por prender este fósforo quemado. Lo interesante de usar tipologías es que permite desglozar y estudiar los componentes por separado. En el caso de als webcams que mencionan, ¿cual sería la consecuencia de interaccionar por un medio que simula a la perefección el estar cara a cara con el otro? ¿Afecta nuestra comprensión general de lo que está lejos y cerca? Hay material de sobra como para aplicar su Baudrillard.

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