La televisión: un intruso en el hogar

tv y niños

A nuestra edad, y dentro del marco de conversación de nuestro círculo de amigos, pocas veces escuchamos comentarios acerca de «cómo criar a nuestros hijos».  Un día reflexionamos con una compañera sobre este tópico, enfocándolo, principalmente, en la relación de los niños pequeños con ciertos programas de televisión infantil.

Unos días antes de entablar esta conversación, pensaba que puedo sonar bastante redundante y terca al incorporar en mis comentarios de este blog (casi sin excepción), las ideas de las repercusiones que provocan los medios de comunicación sobre las personas. Hasta que un día, mientras pegaba láminas del álbum «Hulk» con mi sobrino de casi cuatro años, él me pidió que pusiera el canal Jetix, como de costumbre. Francamente no deja de llamarme instantáneamente la atención que la mamá de uno de los protagonistas de dicha serie de «monitos animados» ahorcara a su hijo diciéndole tonto.

De esta manera surge en mí la necesidad de tener un plan a futuro: No quisiera que mis hijos se educaran viendo esta serie de programas, pero tampoco mi idea es «crear»  un niñito con la personalidad de uno de los hijos del vecino Flanders.  ¿Cómo sacarle provecho a la televisión para que sea educativa para nuestros hijos?. ¿Cómo dejarla -como sostenía  nuestra compañera María del Mar-, acompañarlos?.

He escuchado más de una vez que prohibirles que vean televisión del todo es equivalente a anular sus habilidades de sociabilización dentro de su círculo. Basta con pensar (u observar) a qué juegan los niños, en cómo contruyen ellos -y aprenden- nuevos roles. La realidad puede presentarse de una forma un poco cruda: la mayoría de las veces juegan a reproducir lo que ven en sus programas favoritos. Sería algo descorazonado, desde mi punto de vista, estar al tanto de esta posible situación y dejar, simplemente, exentos a nuestros niños de la cultura que se crea en torno a estos programas. ¿Cuál sería la consecuencia entonces?. Un niño rechazado ya sea en el jardín o colegio, carente de patrones comunes de referencia para con sus compañeros.

Una solución sería entonces en poner más control sobre lo que ven, pero ¿quién tiene el tiempo de hacerlo?.

En el futuro, el rol que ejerce la televisión sobre ellos puede incluso estar fuera de «moda». Hasta quizás pueda ser reemplazada por otros nuevos medios que nos quiten el protagonismo como padres. No obstante, mi preocupación principal se enfoca en que pareciera que un día nos puede ganar este cuarto poder, este mecanismo de homogeneización social relevante en la vida contemporánea. En que mientras más tiempo pase en compañía de nuestros niños, más posea la facultad de modificar los procesos de desarrollo psicológico en ellos (incluso más que sus padres).

5 Responses to “La televisión: un intruso en el hogar”

  1. Nicolas Videla Says:

    En alguna conversacion de sobremesa, recuerdo a mi padre contandome las concecuencias de la llegada del primer televisor a su barrio, con el motivo del mundial de 1962. Tras la irrupcion del novedoso aparato, todos querian verlo, sin embargo, tras la masificacion de la industria de televisores, se incorporo en la mayoria de las casa, generalmente como un cotidiano aparato instalado en el living. Este nuevo aparato, creo a su vez un nuevo espacio de interaccion familiar, en el cual toda la familia se reunia a compartir viendo television. Es asi como los niños se trasladaron de las calle del barrio donde jugaban con los vecinos, hacia el living donde estaba el televisor. Hasta aqui todo muy bien, sin embargo las familias fueron llenando su casa de televisores, hasta que hoy en dia no resulta nada raro que cada pieza tenga su propia TV. La concecuencia de esto ha sido un aislamiento terrible de las personas, que perdieron la vida de barrio, y al mismo tiempo, los espacios reales de interaccion familiar, sumiendose en una virtualidad envolvente.

  2. gabriela.guerrero Says:

    La televisión ha logrado penetrar tan profundamente en la cotidianidad de la vida de todos que tratar de eliminarla de la vida de los niños parece inevitable, aún cuando no tengamos un televisor en casa los contenidos del mismo se harán presentes inevitablemente, lo que no necesariamente tiene que ser un elemento negativo para el desarrollo; el tema no es tanto la televisión como un ente maligno y portador enseñanzas nefastas, hay también elementos que son destacables, sobre todo dentro de la programación infantil, que logran entregar nuevos aprendizajes y valores a los infantes, por lo que a mi parecer la responsabilidad de los padres para con los hijos y su desarrollo no pasa por la estigmatización de la televisión sino que por la construcción de la relaciones familiares sólidas.

  3. natalia.campodonico Says:

    Concuerdo contigo Gabriela. Obviamente podemos encontrar la contraparte, es decir, el esfuerzo de varias personas y organizaciones para terminar con este círculo vicioso de «mala educación televisiva» para los niños.

    Hace unos años atrás, junto a unos compañeros, tuvimos la suerte de participar en un congreso de televisíon infantil llamado «Prix Jeunesse», en donde se evaluaban constantemente diversos programas pilotos para situarlos, después, en la televisión abierta. Esto nos dio mucho gusto, tanto a ellos como a mí. Habían también programas nacionales muy buenos que realmente eran educativos. Sin embargo, duraron muy poco tiempo al aire (en TVN) , y no sabemos por qué.

    También pienso que el rol que cumplen los padres debe ser mucho más atento (en el sentido de poner atención en qué es lo que se está viendo). No creo que sea tan así como «estigmatizar la televisión». Asimismo, creo que construir relaciones familiares sólidas es una consecuencia de esta atención (y por ende, la evaluación del contenido de los programas).

  4. Pablo Molina Says:

    Yo opino que la interacción que tengan los niños con la televisión tiene gran relación con el capital cultural que tengan los mismos, debido a que la información que éstos reciben se codifica mediante a los valores, juicios y trasmisiones que tienen los padres hacia los hijos.
    Es importante que se vuelva a pensar en la responsabilidad que tiene la familia al momento de desarrollar los mecanismos necesarios para que los niños tengan la relación más indicada con la TV.
    Coincido completamente con lo que expones respecto a la inclusión/exclusión que puede generar la práctica de ver televisión por parte de los niños. Es por la misma razón que la solución a esta problemática no creo que se encuentre ligada a filtrar y prohibir que los niños vean ciertos programas, yo creo que la cosa va como decía anteriormente en que los padres se hagan responsable y ayuden a sus hijos a enfrentar la información que proviene de la caja del mejor modo posible.

  5. pamela.araneda Says:

    Personalmente yo no me caso con ninguna alternativa de solucion en cuanto a estos contenidos de la T.V, ni por el mayor control sobre la programacion televisa, ni tampoco con una mayor supervision de parte de los padres.

    Al igual que la compañera, si encuentro que la presente realidad televisiva esta mostrando contenidos que se podrían categorisarse fuertes para tal infantil audiencia, pero este tipo de cosas pasan en la vida real. Existe violencia, abuso de poder, y como len os cuentos que nos contaban cuando eramos chicos; existe la maldad, como en el cuento de Hansel y Gretel, en donde la abuelita linda del bosque que les da golosinas, se las daba justamente para engordarlos y comerselos. Nuestros cuentos y los dibujós de hoy siguen cumpliendo la misma función desde que nosotros como seres humanos incorporamos el lenguaje; el datar e ir introduciéndonos en el mundo social, cultural en que vivimos. Es por esto que entiendo la preocupación por los contenidos fuertes de los monos animados, pero tambien a mi me hacen sentido sus contenidos, en cuanto a que estos estan datando de la realidad en la cual estamos viviendo hoy en dia; en donde el abuso de poder,violencia y agresion son pan de cada dia.

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