La Significación en Tiempos de Globalización.

A partir el siglo XIX algunos escritores  comenzaron a observar que las palabras no significan  sólo lo que nosotros tenemos la intención  de expresar cuando las utilizamos: de manera que la significación de un libro debe ciertamente superar los propósitos del autor, escribía Lewis Carroll a un amigo a propósito de La caza del Snark. Añadía, que «toda significación satisfactoria que se le pueda encontrar a mi libro, la acepto con gozo como siendo la significación de éste».[1] Si el descubrimiento de que el artista es sólo el iniciador del sentido de la obra surge en las sociedades contemporáneas, es porque las ediciones de masa, la extensa circulación de los mensajes y la pluralidad de códigos que los gobiernan modifican ese sentido original de una forma antes desconocida.

Cualquier comunidad neolítica nos ayuda recordar cómo se relacionaban los temas y formas del arte, la elección de aquel animal o este color determinado, de acuerdo a las diferencias de rango político o religioso. No obstante, quien dirigía un mensaje plástico se dirigía a una muchedumbre homogénea de receptores y éstos lo descodificaban de un modo sospechado por el emisor.[2] En cambio, el creador de un cuento o un cuadro divulgado en una revista des-conoce completamente los códigos de sus receptores; tiene ocasión de ver interpretaciones de críticos de múltiples partes del mundo, se admira de las asociaciones diversas que se gestan con su obra, al fin de cuentas, descubre que el sentido virtual -mucho más amplio del que previó- se concreta y se expande por medio de una orbe dominada por la globalización y la comunicación.

En esta lógica, si las múltiples formas de comunicación generan en la obra del artista un proceso de circulación social en que sus significados se construyen y se alteran de acuerdo en como se permea la información al receptor, vale preguntarse ¿De qué manera los medios de comunicación determinan la producción artística y la hacen dialogar con los múltiples receptores? O bien, ¿Cómo los medios de comunicación hacen el nexo entre la superestructura artística y la estructura?


[1] Citado por García Canclini en el artículo «II y a parmir nous de monstres…»

en La Producción Simbólica, teoría y método en sociología del arte. México, 2006.

[2] Véase los Chamanes de La Prehistoria, Jean Clottes y David Lewis-Williams

España, edición Ariel. 2001.

4 Responses to “La Significación en Tiempos de Globalización.”

  1. catalina.olivares Says:

    Me resulta pertinente preguntar ¿cuales son las creaciones artísticas a las que te refieres?, ya que pienso que no todas ellas serian influenciadas por los medios para que los receptores opinen de cierta manera .
    Es quizás en la manera que las promocionan en donde si podrían manejar su determinación.
    Al fin y al cabo al leer un libro nosotros seremos los críticos de él.

    Pero si creo que los medios tiene gran dominio acerca de promocionar ciertas creaciones más que otras.

  2. luciano.diaz Says:

    Cata, no sé si recuerdas como Mc Luhan define la tecnología:
    «Como un medio que no poseemos cuando nacemos». Dentro de esta idea, podemos mencionar que todo acto artístico es tecnología, pues para realizar una obra de arte necesitamos de más de algún material tecnológico. Y dentro de esta lógica, podemos mencionar que toda creación artística son influenciadas por algún medio tecnológico -comunicacional-.

    sin embargo, comprendo tu crítica.
    pues tampoco podemos caer en determinismo tecnológico, o que todo apataje artístico descansa en los medios.

  3. pamela.araneda Says:

    En relación a la pregunta planteada por Luciano, pienso que los medios de comunicación si influyen en la producción artística. Esto se fundamenta claramente, con lo que dijo Luciano acerca de la definición de las tecnologías, ya que si se entiende que cualquier medio que no poseemos cuando nacemos es tecnología, se comprende así por premisa básica que la estructura, producción, etc artística es de antemano influenciada por los medios. Esta influencia se hace mucho mas evidente en la actualidad, ya que vivimos en una época en donde los medios de comunicación están marcando la pauta de como nos relacionamos, entendemos y vivimos en el mundo, por ende, si ya nos influencian a nosotros y nosotros a ellos, pienso que por lógica se entiende que estos influyen, aunque no determinan la obra artística.

  4. luciano.diaz Says:

    Pamela, comparto tu opinión.
    Aunque, me quede reflexionando sobre si realmente la obra artística no está determinada por ninguno de los dos bandos -ya sean por nosotros o el mundo de los medios de comunicación-. Todo esto me hace recordar a Michael Baxandall, aquel sociólogo e historiador del arte planteaba la tesis que los antiguos pintores renacentistas conformaban sus cuadros de dos maneras: pintaban que lo que le pedía el mecenas –que por lo general, eran temáticas determinadas: dioses cristianos o retratos humanos- y en el fondo de los cuadros pintaban lo que más le acomodaba; paisajes naturales en su máxima expresión.

    Contando todo esto, me vuelvo a pregunta: Qué es lo que determina la obra, la experiencia del pintor o la tecnología del contexto en que se relaciona. O tal vez, no serán ambas.

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