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Obra2: N.Y. Waimiaktin : a brain interfaced ritual , Instalación Bio-electrónica, Methodist Church, Greenwich Village, NY, 2003.



Durante mis estudios en Nueva York, examiné el cerebro del shaman desde el punto de vista de la neurobiología (conferencia, El Cerebro del Shaman , Museo de Arte Contemporáneo y otros, 2006). Más tarde y basándome en mi investigación, observé las señales del cerebro de un maestro Hatha yogi de India en tiempo real.



Luego convoqué al yogi al lugar de la instalación (Methodist Church, Greenwich Village) y usé las ondas cerebrales de la meditación para alimentar una interface de control, que gobernaba un grupo de servos y un canal de audio. La lectura se la señal cerebral fue filtrada para generar un flujo de patrones fractales y también para generar una escultura de láser. Waimiaktin significa "caza de sueños" y ritualmente significa acostarse a dormir cerca del río. Los participantes de esta instalación se acostaban a soñar debajo de la proyección de las imágenes fractales. Cerca de ellos se ubicaba un atrapa-sueños construido por la oscilación del rayo. La performance asociada a la obra fue elaborada en colaboración con una artista y compositora Apache. En su construcción intervino un equipo interdisciplinario. La instalación fue posible gracias a un Siff Grant (Gallatin School, New York University).

Obra 3: Neuronauta: modelo funcional de circuitos tálamo-corticales , autómata celular, para Dr. R. Llinas, Chairman del Departamento de Fisiología y Neurociencia, Escuela de Medicina, The New York University, 2005.



He mencionado que los Shuar piensan que los sueños son reales mientras que el mundo revelado por la percepción, una ilusión. Esta noción puede compararse con el resultado de investigación de frontera en Neurociencia.

Durante el año 2002 inicié mi trabajo como asistente de investigación en Neurociencia, siendo mi misión, la de modelar la conducta eléctrica de un circuito neuronal, que negocia señales entre la corteza del cerebro y el tálamo. Este circuito, es importante, por cuanto da cuenta de los procesos fisiológicos asociados a la conciencia, durante el sueño y el estado de vigilia. Tanto anatomía como función del circuito (descubierta por el Dr. R. Llinas), demuestran que "sueño" y "realidad" son categorías tan complementarias como indivisibles. Esto, aún al nivel anatómico.

OBRA 4
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1.2.1 Sobre el dibujo y la mediación
En cuanto al sentido más íntimo o al sentido interior del trayecto, debo decir que para mí, todo empieza y termina en el acto del dibujo. En una mano, un lápiz, un trozo de papel y una ventana cualquiera. Una mano que traza proto-consciente -algunas veces con brío y velocidad- el eco pulsante de los sentidos y de la mente. Al dibujar distraídamente durante una hora de clase, por ejemplo, van surgiendo documentos que ilustran nuestras observaciones, y también, las convicciones que las sostienen. Por un lado, el dibujo amplifica o distorsiona ciertas claves sensoriales, en especial las que pasan intencionalmente al papel, y que han sido destinadas a una lectura posterior, esto es, a ser reconocidas o reconocibles, o quizás a ser socializadas. Por otra parte, en un boceto ordinario, encontramos códigos culturales sobre los que flotan multitudes de campos semánticos entretejidos, siendo estos (u otros), los espacios conceptuales (o imaginarios), desde donde hacemos una lectura del dibujo en cuestión.

De este modo, cada dibujo expresa una manera de hacer, de representar, de creer y de pensar, que son propias de un contexto dado o mirando en la perspectiva del tiempo, son parte una historia del pensamiento y la representación en la cultura. Adicionalmente, cada dibujo puede ser apreciado como un conjunto de omisiones, que cobran relevancia desde un punto de vista crítico. Así las cosas, se puede decir que el acto del dibujo -en pleno siglo XXI- es como pocos, uno extremadamente libre o tal vez muy arbitrario. Hay una sobre-abundancia de materiales de soporte, códigos disponibles, medios y referencias para ejecutarlo. Además, hay audiencias para todos los estilos. Pero regresemos a la modesta situación de un alumno ilustrando clase tras clase (y quizás agregando caricaturas de compañeros y profesores). Me pregunto: ¿qué hay en la actividad de dibujar, que es capaz de unir materias tan diversas como química, geometría, biología, filosofía, lenguaje y otras? ¿Será que es tan pluripotencial como el lenguaje escrito? ¿Pero si es así, para qué usar dibujos o diagramas para memorizar y entender una materia? Respecto de esto último, ¿cuál es el aporte del dibujo a esos procesos cognitivos?

Ramon y Cajal, -padre de la neurociencia moderna y además experto grabador y dibujante- obligaba a sus alumnos a dibujar, en lugar de recurrir al examen de fotografías de especímenes. Él pensaba que las observaciones realizadas al ejecutar un dibujo, eran de incomparable superioridad.

"If our study is concerned with an object related to anatomy or natural history, etc., observation will be accompanied by sketching, for aside, from other advantages, the act of depicting something disciplines and strengthens the attention, obliging us to cover the whole of the phenomenon studied and preventing, therefore, details to escape our attention which are frequently unnoticed in ordinary observation. In the natural sciences we can only satisfy ourselves with knowing form or structure when we are able to delineate them easily and in detail. This is more the all true because many morphological studies are incomprehensible without drawings. The great Cuvier had reason to affirm that without the art of drawing, natural history and anatomy would have been impossible. It is not without reason that all great observers are skillful in sketching" (Ramon y Cajal, 1937, citado en The dreaming brain by A. Hobson, p97, 1977).

El acto de dibujar se identifica con una actividad corporal de enorme poder cognitivo. Dado que el dibujo proviene de un juego muscular de feedback y feedforward , establece un tráfico de señales que obliga la integración de muchos sistemas cerebrales. Esto implica que el dibujo pueda relacionar muchas áreas cerebrales. El dibujo demanda, además, una alta concentración en la tarea y sus referentes. Por ejemplo, bien podemos obviar información visual o verbal que se nos presenta, en cambio: no es posible descuidar la atención cuando estamos inmersos en la tarea de trazar un dibujo, o digamos de representar intencionalmente, y al fin y al cabo mediar , algún fenómeno.

 

ATRAS
ADELANTE
     
    José Miguel Tagle
    MEDIOS, ARTE Y CIENCIA: CUATRO OBRAS
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