por
Jorge Hernández C.
"Del Taki Onkoy a la Danza de las Tijeras. De los Apus a la Ciudad
de las Luces. Esto es ATIPANAKUY". Con estas palabras una voz quechua
invoca al danzante de tijeras que Jorge Villacorta transformó
sin querer en el ícono del seminario y muestra internacional
de New Media, al cerrar su ponencia con la exhibición de Atipanakuy
(Confrontación), de Avaro Zavala. Y es que esta potente obra
de video - arte no pudo pasar desapercibida en un encuentro donde el
arte digital llenó de ideas e imágenes a una espontánea
"comunidad" al acecho de los nuevos medios.
Jorge
Villacorta, crítico de arte y curador peruano, cuyo interés
transitó desde las células como genetista de la Universidad
de York hacia los bits y pixeles, siendo hoy uno de los principales
miembros de ATA (Alta Tecnología Andina), dio en el clavo con
la abundante muestra visual que trajo a Chile. Proveído de
una completa batería de diapositivas, cintas VHS y DVD's,
Villacorta nos puso al día con una selección de video
y arte electrónico de realizadores peruanos cuya dadaísta
y fragmentaria creatividad encuentran su máxima expresión
y desarrollo en los nuevos soportes electrónicos.
Chamanes
que emergen de ruinas incas y bailan sobre imágenes del Perú
moderno, secuencias de imágenes donde todo es número,
la historia de un robot que ingenuamente interactúa con la
sociedad o los comics animados en que un adolescente solitario y cibernauta
recorre la ciudad son algunas de las historias posibles de encontrar
en el imaginario de estos artistas.
Pero
no son sólo imágenes. No son experimentos 'copy and
paste' al azar. Lo que Villacorta ve en estas obras son un documento
histórico del Perú, un reflejo onírico (y a veces
directo al grano) de los cambios y desacoplamientos estructurales
de un país - como toda Latinoamérica - con llagas y
contradicciones culturales. Para él, el arte por el arte no
tiene sentido. No sirve mostrar algo sólo porque sea estético,
sino porque a través de él un artista manifiesta su
sentir, que por lo general es moldeado por la realidad inmediata que
éste vive.
En
el seminario y muestra de New Media mostraste trabajos de Alvaro Zavala
y Roger Atasi fundamen-talmente. ¿Son ellos parte de un movimiento
o artistas independientes?
JV: No exactamente parte de un movimiento. Ellos no se conocían,
al igual que con otros video - artistas. Lo que pasó fue que
convergieron en el Festival de video - arte organizado por ATA el
año '98. Fue en esa ocasión que comenzó un intercambio
de cintas y material. Ellos son individualidades muy fuertes. Al conocerse
comenzaría una cierta competitividad que los ha hecho seguir
desarrollando trabajos cada vez más sólidos. No podemos
hablar de un movimiento pero sí de una banda de creadores,
ya que con el tiempo ellos se han ido identificando y estrechando
lazos no sólo profesionales.
¿Cómo
llegan Zavala y Atasi al video-arte electrónico?
JV: Alvaro Zavala es una persona que no encaja fácilmente con
las opciones que deja una sociedad como la nuestra. Él exhibe
su desadaptación muy visiblemente. Cuando lo conocimos, se
ganaba la vida pintando casas y paralelamente hacía trabajos
de video - arte. Tiene una visión del Perú que está
entrañablemente ligada a lo andino y la desarrolla a toda costa.
Pasa que Zavala, cuando era adolescente, se fugó varias veces
de casa, teniendo contacto con gente de origen andino. Fue así
como se empapó de esa cosmovisión. Su búsqueda
es antropológica, matizada con algo así como una sociología
empírica visual.
Atasi, en cambio, es más urbano pues viene de una zona de reciente
crecimiento en Lima que es el Cono Norte. Es como una Lima satélite,
sin el peso histórico del centro de la ciudad pero que en alguna
medida libera a la gente. Atasi, que tiene además estudios
de escultura, viene de la generación de los jóvenes
cibernautas conectados con la globalidad.
¿Qué
nos puedes decir de los aspectos estéticos de la obra de Alvaro
Zavala?
JV: En el caso de Zavala y su obra Atipanakuy es muy curioso cómo
enmarca la poesía quechua en este despertar de los danzantes
de tijeras. Escuchar quechua en video - arte es ya para nosotros un
'shock' cultural ya que una de las primeras cosas que hace el migrante
andino en su adaptación a la ciudad es ocultar su lengua. Es
tal la imposición limeña del castellano que esta característica
del video lo hace confrontacional desde el comienzo. Lo otro es no
que se teme a lo folclórico, usándolo sin proyectar
exacerbaciones. El danzante de tijeras aparece como una especie de
atleta acróbata que en su paseo a la ciudad traspasa espiritualmente
su rol al danzante joven. En este baile, el collage es usado asertivamente
para reflejar cosas como el sincretismo religioso que puede percibirse
en Lima. El collage está en función de elementos alegóricos
y juega un papel clave en el entramado visual e ideológico
quese quiere transmitir. Se trata de una obra que a todo limeño
pone en crisis, a mí me pone en crisis. Puede ser incluso considerada
una obra de agitación - propaganda. En Perú, o produce
rechazo o aceptación, no términos medios.
Y
en el caso de Roger Atasi ...
JV: YO ROBOT representa la juventud entrañable vivida en el
Cono Norte. Es como un sueño de adolescencia que Atasi retiene
con una particular pureza. Esa parte de Lima, donde creció
Atasi, tiene una especial conexión con la modernidad. Ahí
es muy usual encontrar casas habilitadas con cabinas de Internet.
La juventud de esa zona se siente vinculada con el resto del mundo
de una manera sorprendente para el habitante limeño promedio.
Lo que me sorprendió de él cuando lo conocí en
el '98 fue el abundante material que había acumulado trabajando
solo y su reflexión desde el Cono Norte acerca de la modernidad
limeña. En su obra puede apreciarse esa conciencia, por ejemplo,
del altísimo número de televisores que hay en esa zona.
Antes que
un refrigerador para la casa, la familia compra un televisor. Es parte
del lenguaje visual al que está acostumbrado el habitante del
Cono Norte. Se trata de una modernidad precaria pero de un signo bien
claro.
***
"Detente príncipe de las Tijeras que el manto haz olvidado
en las cascadas. El Arpa con un ojo hacia la estrella como halcón
asomado te despide. El Violín pasa el arco sobre luna y el
chumpi que sostiene el arpa en cielo lanza el hondazo de diez mil
estrellas. Se duermen las Tijeras y resuenan los sueños que
resueñan en el día".
Los danzantes se pierden en la oscuridad del crepúsculo. El
silencio se apodera de los espectadores. La alquimia de la danza de
tijeras ha sido traspasada.