La hora de la verdad
"Jornadas de Lecturas Dramatizadas" se denominó
el encuentro que tenía como escenario un lugar en el que se respira
cultura: la Sala Ercilla de la Biblioteca Nacional. Ahí, durante
ocho días y rodeados de libros antiguos, los escritores presentaron
los guiones para cine y teatro a través de actores-lectores que
cedieron su voz a los personajes de la historia.
Para algunos no era una tarea muy grata someterse a un examen en el
que el público asumía el rol de juez, pero el feedback
que se originó fue gratificante y enriquecedor.
No bastaba con que algún cercano leyera lo escrito. Había
que ir más allá; mostrarlo a los amigos y a personas desconocidas
que llegaran hasta el lugar para presenciar y evaluar.
El evento permitió que, ya en escena, afloraran las bondades
de las narraciones y también sus aspectos corregibles. La interpretación
que asumió cada lector fue vital a la hora de darle vida a la
palabra, parte esencial de la escritura dramática. Escuchadas
en distintas voces y desarraigadas del papel, adquirieron su peso y
su valor real.
No había ni vestuario especial, ni escenografías, ni nada
que nos situara en un montaje teatral, pero las voces iban formando
en la mente de cada uno de los invitados la imagen que adquiría
la narración.
La claridad en la escritura y la correcta estructura
dramática de los guiones se hizo patente. Permitió gozar
de una instancia mágica que los asistentes disfrutaron al máximo
y que llenó de orgullo a los nuevos escritores, quienes vieron
cómo su esfuerzo se concretaba y hacía que el público
estuviera atento y en ocasiones hasta riera.
Para el director del diplomado, David Benavente,
fue un orgullo darse cuenta de que en los textos "había
historias, no cuentos". Un gran premio por los
meses que invirtió en corregir guiones, leerlos y releerlos,
tener reuniones de guía con los alumnos, proponer nuevas ideas,
formar un grupo armonioso y motivarlo para sacar las mejores historias
de sus cabezas y corazones.
Y luego, por organizar las jornadas y promover la iniciativa, lo que
demandó otros kilos de energía. Finalmente, el esfuerzo
rindió sus frutos. Entre los textos hubo de todo. Obras de época,
dramas, misterios y comedias que el Centro EAC publicará pronto
en un libro, como sello final de los guiones.
La idea es que los textos sigan trascendiendo; que lleguen a la mayor
cantidad de personas y que abran puertas a sus autores. Que se sigan
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creando iniciativas como esta, donde a partir
de un diplomado se genere un espacio de encuentro en el que la cultura
sea lo central, y se demuestre que no tiene por qué ser fome.
Si no, pregúntenles a quienes estuvieron presentes en las lecturas.
Fue todo un éxito. Probablemente por eso, en los últimos
días han aflorado ofertas en distintas casas de estudios, siguiendo
el ejemplo de esta primera instancia que abrió las puertas
a una nueva generación de escritores de verdad. Y de los buenos.
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Escritores
diplomados. Atrás: Patricia González, Daniel Laguna,
Miguel Castillo, Selim Abara, Luis Munita, Pepe Torres, Ricardo
Stuardo, Javier Aguirre, Michael Alvear, Juan Caro, Pablo De
Carolis. Adelante: Radomiro Spotorno, Verónica Marinao,
Luciano Cruz-Coke, David Benavente (director académico),
Karen Bauer, Juan P. López, Daniel Guzmán, Raimundo
Rau, Ernesto Cuadra (coordinador).
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A un año exacto del inicio de este programa académico,
el viernes 23 de abril se realizó la ceremonia de entrega
de certificados y graduación del primer Diplomado en dramaturgia
creativa y guión que sea realiza en nuestro país.
Esta ceremonia, marcó el fin de un periodo de intenso trabajo
por parte de los 20 estudiantes de dramaturgia que se dedicaron
a escribir guiones originales -no adaptaciones- para cine y teatro.
Pero también marcó el comienzo de una nueva etapa,
consistente en hacer las gestiones para materializar sus historias,
ya sea en las tablas como en el celuloide.
En la ocasión se exhibió una película de
Charles Chaplin. Después se dirigieron a los presentes
Fernando Verdugo S.J., vicerrector de Integración y Relaciones
Universitarias (UAH); María Amelia Palacios, oficial del
Programa Reforma Educacional (Fundación Ford - Area Andina
y Cono Sur); Leonardo Ordoñez, coordinador del Programa
de Fomento del Cine y la Industria Audiovisual (CORFO); José
Torres, productor de cine y estudiante del Diplomado; y David
Benavente, director del Diplomado (Centro EAC).
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