Violencia televisiva y conducta infantil

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El tema mayor de los efectos de los medios de comunicación puede ser sometido a examen a través de un subtema específico. De entre la diversidad de subtemas identificables, resalta nítidamente el debate sobre violencia televisiva y conducta infantil. En este caso particular, se pone a la vista la dificultad de demostrar convincentemente la ocurrencia de efectos.

La dificultad más significativa proviene, ciertamente de la idea misma de ‘efectos’. La idea de efectos supone una relación causal. Así, se llegó a sostener que las escenas y secuencias violentas contenidas en la programación televisiva causaban directamente conductas violentas en la audiencia infantil. Pero una serie de problemas sale al paso de esta afirmación.

En primer lugar, las pruebas. Se recurrió a experimentos de laboratorio (desarrollados por el psicólogo Albert Bandura), en los que grupos de niños veían escenas violentas que les eran proyectadas y luego se les invitaba a jugar en salas contiguas, en las que se encontraban con versiones juguete de los instrumentos de agresión de las escenas observadas. Las críticas no se hicieron esperar. Ante todo, los niños no ven programas con contenidos violentos con otros niños, en grupos de 15 o 20; no los ven en salas ad hoc sino en sus casas; en ninguna casa se replican los escenarios de las escenas; y difícilmente, los niños se encuentran con ambientes permisivos y estimulantes de violencia en sus propias casas. En suma, las situaciones de laboratorio no pueden generalizarse a la vida real.

En segundo lugar, los partidarios de la responsabilidad de la televisión en la causación de la conducta violenta infantil, eluden sistemáticamente referirse a otras variables de tipo social que inciden en el desarrollo de conductas violentas. No hay referencia alguna a la violencia intrafamiliar, a la pobreza, al aprendizaje de conductas delictivas en los propios vecindarios, a la disponibilidad de armas o los fuertes índices de prejuicio y discriminación social en una sociedad dada.

En tercer lugar, se trabaja con una concepción elemental y fantasiosa de la conducta de los niños. Se los supone inocentes, vulnerables, abstraídos del entorno social. La investigación sobre el desarrollo infantil –por ejemplo, los trabajos de Jean Piaget o Howard Gardner– revela a los niños como activos participantes de su vida familiar y como exitosos buscadores de negociación y significado en la interacción con los mayores y con sus pares.

En cuarto lugar, se trabaja con una simplista idea de imitación. La tesis es que los niños imitan lo que ven en televisión. Pero eso carece de seriedad. Si los niños imitaran lo que ven en la televisión, estarían continuamente asesinando a sus pares y a sus familiares. En verdad lo que hacen es jugar, desarrollando roles simbólicos y rituales.

Una conclusión relevante de la investigación consiste en sostener que por medio del tema que relaciona televisión y violencia, las sociedades recientes –en particular, la estadounidense- identifican chivos expiatorios en los cuales descargar las culpas. De ese modo, estas sociedades no se miran a sí mismas y eluden de este modo sus responsabilidades. Creer que la violencia está en la TV y de allí circula a la realidad social infantil, significa ignorar la guerra, la delincuencia, el autoritarismo, la violencia intrafamiliar y la agresión sexual contra los niños, protagonizadas por sus propios familiares.  En suma, buscar responsabilidades donde no están. Es lo que han sostenido autores como Sonia Livingstone, Karen Sterheimer, o Elihu Katz. Así mismo, hace unas dos décadas, el psicólogo social Stanley Milgram sostuvo que en el juicio contra la televisión, la sentencia debería sostener que no existen las pruebas.

11 Responses to “Violencia televisiva y conducta infantil”

  1. admin Says:

    Muy interesante el tema. Ahora, te pregunto Gabriel, y aprovechando que estamos pasando en el curso hacia la tercera parte que sería nuevos medios, ¿qué opinas de estas miradas sobre los efectos en los contextos digitales actuales en los que los medios han cambiado y por tanto, habría quizás que replantear la pregunta? Pensemos en los videouegos actuales (first person shooter), en las tecnologías inmersivas, en la complejidad simbólica e interactiva de una nueva generación de interfaces que los estudiosos de la influencia de la TV sobre los niños jamás imaginaron. ¿Replicamos entonces la relatividad de estos estudios sin cuestionarnos demasiado el asunto o nos hacemos la pregunta sobre las implicancias cognitivas y emocionales de la cultura de la virtualidad real? La mediatización de la cultura ahora es informatización de la cultura. ¿Cómo nos hacemos cargo de esto?

  2. Patricia Meriño Says:

    Este tema lo escucho desde que yo soy chica y veiamos «Los Caballeros del Zodíaco» con mis hermanos …
    Dos cosas: la primera, es que no descartaría por completo la tesis de que los dibujos animados que vemos pueden llevarnos o enseñarnos conductas mas violentas, quizás no son los principales culpables, pero si tienen que ver, ya que si vien actualmente estamos bombardeados de información sobre la violencia en la sociedad y en nuestras casas vemos quizas ciertos tipos de violencia, pero para un niño que más gráfico y claro que su dibujo animado preferido, porque los niños pasan una edad en donde los superheroes son los heroes de sus dibujos, y eso no se puede desmentir y menos dejar de lado.
    por otro lado, y siguiendo la idea del profesor, creo que los video juegos han llegado a apoyar estas conductas, ya que, por un lado los niños ven el dibujo animado y después pueden jugar y ser ellos en el juego su Heroe y esto apoya esta violencia y de cierta manera incita este tipo de conductas, lo cual es preocupante, tomando en cuenta que actualmente no todos los niños tienen el apoyo que el CNTV llama a que tengan de parte de sus padres o algun adulto que este para supervisar sus ratos de TV y como entienden ellos lo que ven.

  3. jennifer.dowding Says:

    Concuerdo con que existen diversos factores que inciden en las conductas violentas de los niños pero no me parece que por eso haya que descartar la influencia que ejerce la televisión. En este punto me gustaría aportar desde la psicología. Dejando de lado su función lúdica y recreativa, el juego es una experiencia simbólica, una forma de expresión del inconsciente del niño. Jugando, el niño tramita aquellos temas que le preocupan, resuelve conflictos. Por lo tanto, si un niño muestra conductas violentas en el juego, si imita lo que ve en televisión o en los video juegos, es porque esas son temáticas que causan un impacto en él y que necesitan ser repetidas para ser comprendidas. De ahí la importancia de sí considerar a la televisión y los video juegos como influyentes (obviamente sin dejar de lado las demás).

  4. admin Says:

    Creo que la TV es un medio de «leche» comparado con los medios electrónicos. En Internet prácticamente no hay filtro y la «desconfiscación de la experiencia» es radical. Urgen nuevas preguntas desde la Sociología, al menos la Psicología ya ha tomado cartas en el asunto así como otras disciplinas.

  5. nicole.olivares Says:

    Concuerdo con la tesis de que la televisión no es el único factor que genera efectos de violencia en los niños, sin embargo, creo que influye bastante. Porque si bien dices, actualmente nos encontramos en un contexto de violencia diaria entre las personas, la delincuencia y las guerras, es la televisión y los medios de comunicación en general los encargados en difundir estos temas y lograr que sean cercanos para los menores.

    Además, también considero que los contenidos televisivos que tienen muchas series o dibujos animados, si logran efectos negativos en niños que ven estos programas y no tienen una supervisión de los padres por ejemplo.

    También los video juegos, como menciona Patricia, y los juegos en línea aportan gran contenido de violencia que podría influir en las conductas infantiles. Por lo que el surgimiento de los nuevos medios es un foco importante para analizar. Éstos entregan numerosas oportunidades de información y contenidos a los niños, los cuales están muy a su alcance, lo que es difícil de controlar y que sin duda causarán algún efecto en ellos.

  6. jennifer.dowding Says:

    Es indudable que el casi nulo filtro de internet lo convierte en una herramienta aún más peligrosa a la hora de influenciar a los niños. Por más que existan ciertos filtros que se pueden contratar a través de compañías como VTR, el control no logra ser suficiente para prevenir la exposición de los niños a diferentes «amenazas» como pueden ser los chats (claro ejemplo de esto se mostró en el último capítulo de «Informe Especial» acerca de los «Cazadores de niños»).

  7. admin Says:

    Bueno VTR está ahora con esta campaña de usar bien Internet, con Fernando González como rostro. Seguro hay un comunicador estratégico detrás de esto que recomendaría un plan de responsabilidad empresarial o prestigio de marca.

  8. javier.vasquez Says:

    A mi parecer, estamos siendo muy duros con la televisión, yo encuentro que no podemos culpar a la televisión por la violencia que emite esta. No hay que olvidar que para que la televisión mantenga un contenido en el aire este tiene que tener una cierta audiencia, y si hay programas violentos es definitivamente porque la gente los ve. Tampoco hay que olvidar que la violencia no es un problema de la televisión, si se revisa un poco de historia universal, uno se puede dar cuenta que al parecer la violencia es un tema recurrente. Yo personalmente encuentro que el morbo en este sentido algo muy fuerte, de alguna forma u otra el hombre necesita de la violencia.

  9. daniela.mena Says:

    Sin lugar a dudas que si los programas con algún grado de agresividad se siguen manteniendo en la parrilla televisiva es porque tienen audiencia pero esto no significa que la televisión no tenga algún grado de responsabilidad en causar ciertas conductas violentas en los niños (aunque no hay que dejar de ver que muchas veces esto proviene de los hogares).
    Quizás este medio de comuicacion es mas responsable por moldear ciertas conductas, Por ejemplo si una persona que tiene una conducta violenta pre-existente y ve monitos animados que siguen la misma linea, lo más probable es que este niño desarrolle aún más esta conducta ya que según lo que creo, la televisión para los niños es muy creible, por lo que terminarian clasificando estos comportamientos como aceptables para ellos.

    Ahora , aceptar que la teleisión tiene responsabilidad en esto me parece algo delicado que hay que tratar. Pero no se puede olvidar que también existen otros medios que están provocando el mismo desenlace en la audiencia.

  10. María Paz Rau Says:

    Considero muy positivo leer con una visión más profunda estos estudios, ya que en general, los resultados se aceptan inmediatamente, sin tener en cuenta ciertos factores como los que tú mencionas que también inciden en el comportamiento violento de un niño: pobreza, maltrato, problemas de aprendizaje, entre otros.
    El punto que me gustaría destacar es el del papel activo de los niños al interior de la dinámica familiar; el hecho de que tengan menos experiencia no es una limitante para integrar nuevos elementos a las prácticas que ocurren al interior del hogar.
    No podemos desconocer el importante papel que tiene la televisión en la formación de la conciencia de las personas, sin embargo son otros los factores sociales los que determinan su comportamiento, pensamiento y decisión, por lo que creo que no debemos ser reduccionistas a la hora de abordar las conductas violentas de los niños actualmente.

  11. DALIA LÓPEZ Says:

    Ante todos buenas tardes, me interesa mucho el tema pues mi tesis es sobre: «La violencia en los dibujos animados y su influencia en los niños desde una perspectiva sociologica.» y estos documentos me sirven de mucho así que agradecería que si hay algo más por favor enviarlo a mi dirección de email
    [email protected]

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