Ampliación del Campo de Batalla

 

Wikipedia nos ha salvado a todos en más de una ocasión. Sea la fecha de nacimiento de tal autor o ciertas definiciones que se “toman prestadas”, siempre está ahí para el urgido de turno. Esa presencia, la dependencia que en unos pocos años hemos generado, la verdad, me preocupan. Me he tomado la molestia de notar que más de dos tercios de los vínculos que se usan – honestamente, por obligación – conducen a la entrada del persona/suceso/obra que toque. Y que hipócritamente yo también uso. Lo mismo en cualquier búsqueda rutinaria en Google: es fácil darse cuenta de que, para la gran mayoría de los casos, los resultados de búsqueda redirigen por encima de todo a la correspondiente entrada en Wikipedia.

Esto lleva a la noción de que Internet puede que no sea el paraíso democrático que veneramos. Que, al final, nuevas estratagemas de hegemonía reemplazan a las viejas. “Hegemonía del poder” entendiéndola acá en el sentido posestructuralista: no como una figura autoritaria que coacciona y ordena lo que se debe y no debe, sino como individuos que inconscientemente reproducen los esquemas de las esferas de poder. El problema con Wikipedia reside en que, como aparato típicamente moderno, las personas poco se molestan en pensar cómo llega la información, quien la transcribe, de donde la saca, etc. Problemas como estos son los que dan pega a los sociólogos, y por tanto hay que tenerlos en mente. Los cinco puntos de Alam Zmud son un buen comienzo para metérselo en la cabeza. Recuerdo el caso de un amigo que se agregó a sí mismo y a otros amigos suyos en la entrada de poetas laureadosprovenientes de Punta Arenas. Duró cerca de cuatro días sin editado propio.

Wikipedia, no hay que olvidarse, es un trabajo humano. Y como – espero que… – hemos ido aprendiendo en sociología, las personas tienen la molestosa tendencia a ser influidas por su contexto social. Tampoco es que quiera desmenuzarla: se ha demostrado cómo la democracia participativa puede igualar a las fuentes prestigiosas, originadas en la alta cultura; asimismo, esas propiedades únicas han probado servir al perfeccionamiento de la información. De lo que hay que cuidarse es de no alentar a convertirla en el nuevo monopolio informático del siglo XIX. 

3 Responses to “Ampliación del Campo de Batalla”

  1. admin Says:

    Nicolás, es interesante el desplazamiento del concepto de hegemonía, desde el campo de la industria cultural hacia las plataformas tecnológicas actuales, una suerte de nueva hegemonía tecnológica, esta vez entreverada con la circulación de contenidos simbólicos. El caso Wikipedia, es cierto, hay que observarlo con detención. Tal como aparece en uno de los links que agregaste, en Wikipedia no hay generación de conocimiento sino que circulación del ya existente, con el problema de la improvisación y la sospecha de las fuentes y la calidad de la información. Creo que Wikipedia no puede jamás convertirse en primera fuente, sólo es una consulta y una referencia de ciertos temas que deben profundizarse en los libros. Lo complicado es cuando la cultura actual le asigna a estos sistemas un estatus que podría llevarnos a una nueva versión de la cultura de masas, esta vez electrónica y personalizada.
    Sin embargo, Wikipedia refleja otras dinámicas que como sociólogos debemos atender, tales como las posibilidades de coordinación remota y agregación de aportes distribuidos en una red mundial. Wikipedia es una versión light de prácticas que tienen varias décadas, alojadas básicamente en la «cultura hacker». Hoy en día es posible no sólo editar contenidos en enciclopedias o agregar videos en repositorios como YouTube, sino también, crear software a partir del mismo esquema colaborativo de Wikipedia. Es el caso del Open Source y el Free Software, sistemas de código abierto que pueden ser distribuidos, copiados y modificados por una comunidad de desarrolladores. Este mismo Blog, en el que escribimos, es producto de ese mundo. Aquí, las líneas de texto no son poesía ni prosa, son códigos escritos en lenguajes de programación, los cuales tienen ciertas reglas que entendidas por un grupo, pueden ser remezcladas casi infinitamente.
    Por eso, quisiera responder a tu preocupación con un llamado a ocuparse de las estrucuturas tecno-sociales que potencian al individuo y la democracia, en vez de degradar la cultura. Obviamente, estamos hablando de fuerzas opuestas que han tensionado a las sociedades contemporáneas, y por eso, es necesario tener una mirada objetiva, ni pesimista ni optimista tecnológica, que nos provea a los sociólogos de una lectura precisa de las dinámicas sociales, psicológicas y culturales que están en juego.

  2. nicolas.bonnefoy Says:

    Primero que nada, perdón por el atraso de la respuesta. PERDÓN. El exceso de tesis a veces hace que se me olviden otras áreas de mi vida.

    Me da la idea, quizás, que coincidimos en opiniones pero diferimos de cómo las versamos: los dos nos interesamos las dinámicas detrás de Internet, cómo se coordinan los individuos para para mantener la Red funcionando e interesante. Pero donde suelo poner más énfasis (y eso se puede ver en mi post anterior) es en la barrera invisible que existe entre la parte creadora-activa-experta y el público receptor-casual. Por supuesto que hoy en día es harto distinto que en la década anterior, donde quienes dominaban el C Basic y el HTML eran los maestros del conocimiento; herramientas como Wikipedia y Youtube son creadas especialmente para minimizar el impacto del capital tecnológico.

    Aún así, pienso que es urgente una mirada sociológica para responder algo tan sencillo como: ¿Que hace a una página web popular, la elección puramente democrática, o la manipulación del medio y los intereses? También me preocupa el ascendente oficialismo de Wikipedia. A tal punto llega que, lo juro, he visto artículos de la CEPAL citando a Wikipedia. Sí, era una definición sin mayor importancia, pero igual. Lo que llamo a hacer es que, tal como Bourdieu descubrió los intereses de la clase dominante en la producción cultural masiva (el «subtexto», o el deconstruccionismo de Derrida), se analice Internet como un conglomerado y conflicto de intereses.

    El vivir en modernidad nos aliena de la compresión holística del mundo. Todos usamos el Metro o la tarjeta de crédito, pero son pocos los que podrían explicar los principios electromagnéticos detrás d eestos artefactos. Hay que poner atención a que el funcionamiento de la red no se convierta en exceso en eso, en un cúmulo de información, media descargable, etc. que aparece por sí sola al alcance. Como dijo Arthur C. Clarke: «Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia».

  3. admin Says:

    Hola Nicolás ya me estaba preguntando por la interrupción del diálogo. Primero que nada, quiero ser enfático en que mi postura no es ingenua-tecnológica, y que a veces soy más optimista que pesimista tecnológico porque yo mismo programo y me meto en los códigos de Internet, y he podido ver cómo la cultura hacker es un mundo aparte que funciona con reglas distintas a las del endiosado mercado, a través de un anarquismo práctico y un capitalismo perfecto (profundizaré de esto en clases).
    El punto es que soy consciente también que la Web 2.0 corre sobre unos intereses en conflicto, ya que es de más sabido que hay algo de ilusorio en esta libertad mediática si consideramos la concentración económica de los medios. Toda la democratización que vemos en YouTube, el remix cultural y mash up semiótico que nos sorprende funciona sobre las reglas de Google, el gigante hegemónico de la Sociedad Red.
    Internet claramente es un espacio de conflictos, no es tierra de nadie, hay muchas cosas del funcionamiento de la Red que el usuario común no sabe. De hecho, la Internet que vivimos hoy es un ensayo de algo que tendrá otra cara en el futuro. Algunos postulan que estará más controlada y estandarizada, lo que cambiaría el sentido político actual de la Web.
    Finalmente, decirte que me parece interesante el trabajo de Lev Manovich en relación a los Software Studies. ¿Será que los estudios culturales de la actualidad deben considerar la lógica de los software sociales para entender las variadas prácticas mediales de la actualidad?

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