La Seducción de los Mass Media
Desde un comienzo los medios de comunicación masiva han seducido a sus espectadores, ya sea porque en sus inicios eran principalmente novedosos o porque actualmente encantan con sus grandes tecnologías.
Es así como los individuos comienzan a ingresar a un mundo que es capaz de invitarlos a ser parte de una fantasía que se puede convertir en realidad. Para esta situación, George Gebner presenta la «teoría del cultivo», donde explica que se produce un «desplazamiento de la realidad», lo que implica que los espectadores logran ser seducidos por las ilusiones creadas, a tal punto que pueden llegar a transformar la ficción en realidad.
Las tecnologías cada vez tienen mayores capacidades para seducir a los espectadores, como se muestra en la película Simone, ya que se llega al punto de crear una actriz digna de admiración, pero que no pertenece a la realidad.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=salcZxwspxg&feature=related[/youtube]
mayo 6th, 2009 at 21:08
Buen tema, pero por favor, explicita al autor de la Teoría del Cultivo: George Gebner, no Mauro Wolf.
mayo 6th, 2009 at 21:10
Resulta interesante cuestionarnos por qué es que estos medios logran seducirnos, ¿por qué buscamos escapar de nuestras realidades cotidianas para sumergirnos en las fantasías que nos ofrecen? Me parece que frecuentemente, los medios de comunicación actúan como «refugios» siempre disponibles, para aquellos momentos en que la realidad resulta ser demasiado adversa cómo para enfrentarla. No digo que ésto sea positivo o negativo, sólo creo que es necesario reflexionar acerca de qué problemáticas motivan estas conductas «evasivas».
mayo 6th, 2009 at 21:13
Sí pero insisto en quitarle dramatismo a nuestra relación con los medios: creo que como usuarios, jugamos con los medios, los usamos a voluntad para fines que están en capas superiores de complejidad: no somos seres con un sistema nervioso simple, que actúa en código binario. Por eso, recomiendo una vez más una perspectiva holística para mirar este problema.
mayo 6th, 2009 at 21:33
El director de la película- Andrew Niccol- fue el guionista de «el Show de Truman». Dos películas que aluden a los fenómenos que vemos en las masas. Simone principalmente es una comedia inteligente, que trata temas de nuestro días: el éxito inmediato, la idolatría de las masas, los famosos que nacen de la noche a la mañana, etc. Pero creo que lo fundamental es la critica, que según mi opinión ambas películas poseen, y es que somos un público superficial. Pero este es el publico que a la industria le interesa promover, un publico poco pensante, que mira televisión casi adormecido por las imágenes, que cualquier proyección del aparato que requiera un nivel mas elevado de atención o abstracción es rechazado por los sujetos. La industria, se ha dedicado por años a producir este publico, a moldearlo y adecuarlo según sus intereses.
mayo 6th, 2009 at 22:15
Siguiendo lo que el profesor nos dice… ¿es tan así como la Yael dice? … , de verdad ¿somos seres cien por ciento dominados por una inustria que nos adormece el cerebro y nos impula a ver lo que ellos nos entregan?, creo sinceramente que la mayor parte de las audiencias, si bien alza a la fama de la noche a la mañana, nos podemos preguntar mejor ¿por qué estamos en busca de ídolos?.
Pero, las audiencias tienen mucho mas poder de crítica y distancia con los medios de comunicacion masivos del que creemos, ellos al fin y al cabo son los jueces (ratting), y si algo no gusta … es eliminado … sacado del aire.
¿o no?
mayo 6th, 2009 at 22:27
El hecho que las audiencias no sean pensantes, no significa que las personas no sean pensantes: significa que la atención a los medios es fragmentada y relativa, de ahí el interés por seguir estudiando el tema.
mayo 7th, 2009 at 15:48
Claro que cada persona tendrá la capacidad para elegir ver tal o cual programa ,pero el problema de esta situación es que no hay mucho que elejir. Y es justamente aquí donde radica el problema mayor, ya que si pensamos sólo en la television abierta, la «variedad» que se muestra es muy limitada y frente a eso ¿Que se puede hacer? Hay dos opciones, o apagar el aparato o tener televisión por cable pero si no cuentas con esta segunda opción «estas obligado» a elegir entre el programa «menos malo» que muestra la parrilla cultural .
Es asi como- a mi parecer- la televisión nos va seduciendo pero no necesariamente porque esta nos «encante» o la encontremos interesante.
mayo 7th, 2009 at 16:35
Interesante la discución. Me parece que el debate de los efectos de los media no solo surge en literatua. Cuando leí el comentario de la paty, reflexione con respecto a qué tan negativos pueden ser los efectos de los media. Como dice Thompson, se produce interacción mediatica la cual permite,»estructurar las estructuras estructurantes» , como lo plantea Bourdieu. Es decir, los medios ejercen poder sobre nosostros, así como también nosotros ejercemos poder sobre ellos, lo cual permite que estas sigan existiendo en el tiempo. Aunque es necesario reconocer que estos si son utilizados como medios dominación y control.
mayo 7th, 2009 at 17:36
Considerando lo antes dicho, creo que somos un público seducido, concientes de serlo. Esto lo digo porque es cotidiano y común oír decir: “Mira lo que hacen para enganchar a la audiencia” a veces, sin siquiera darnos cuenta que dentro de esa misma audiencia estamos nosotros mismos. Sabemos que los medios intentan controlarnos, mantenernos expectantes y pegados a la TV con las típica frases “no se vaya de nuestra sintonía en cualquier momento mostraremos las fotos aquellas, el video aquél” etc.” ¿Y que hacemos nosotros? Muchas veces mantenemos la TV prendida hasta matar nuestra curiosidad. En base a esto ¿Somos una audiencia pasiva o activa y pensante? Creo que activa y pensante para descubrir ciertos mecanismos de enganche, pero pasiva al premiarlos con el rating e igual ceder en muchas ocasiones a nuestra curiosidad.
mayo 7th, 2009 at 19:05
“Bendito sean los medios de comunicación masivos”, parto mi comentario con esta exclamación, ya que también soy de la idea de quitarle dramatismo al uso de estos medios. En primer lugar la televisión no es el único medio de formación, información y entretenención que tiene el público (para los que creen que ésta debe cumplir con esos tres requisitos). Claro, es el medio más masivo, respecto que no hay hogar el cual no tenga al menos un televisor, pero también existen otros medio, los cuales han generado un sinfín de aspectos positivos en las masas, como lo ha sido la internet por ejemplo, la cual puede ser utilizada para fines bastante didácticos.
Pero bien, volviendo al tema de la televisión ABIERTA, es cierto que provoca una seducción inexplicable, pero son las audiencias las que al fin y al cabo toman la decisión de entrar o no en ese juego de seducción. No nos quitemos la responsabilidad al respecto y no olvidemos que estamos hablando de un medio de comunicación de defiende sus propios intereses (económicos principalmente). Por lo tanto, independiente de que exista un canal estatal, los contenidos siempre serán maniobrados de acuerdo a la “función” que más ingresos económicos reporte. Y digo función haciendo referencia a que, al fin de cuentas hablamos de un show televisivo, ya sea en términos políticos, culturales, “educativos”, triviales, etc.
Así que, NO LE EXIJAMOS TANTO A LA TELEVISIÓN… y tratemos de “aprender” e informarnos a través de la seducción de mass media.
mayo 7th, 2009 at 20:37
Encuentro demasiado relevante el punto que hace Patricia; el dejar de dramatizar a los medios de comunicación, ya que yo encuentro que cuando le adjudicamos toda la responsabilidad a los medios, de teñir nuestras mentes, etc, nos ponemos en una posición mas bien adolescente, en donde es el otro el del problema, el que esta haciendo daño, el que esta imponiendo, el que reprime, y es por el otro que uno queda aniquilado, ya que es victima de aquel poder de represión que tiene. Sin embargo, yo pienso que en este contexto, en donde los medios no son como un dictador que obliga a hacer ciertas cosas, hay que pensar en que si hay represión en un ambiente no coercitivo ¿no será porque nosotros lo estamos dejando?, ya que las relaciones son de 2, no es que una parte obligue a la otro a cumplir su rol, sino que el otro lo hace naturalmente. Por ende, encuentro que al dejar de entender a los medios como algo demoníaco podríamos empezar a tomar responsabilidad de nuestros actos, y entender realmente que nos pasa con estos medios, ¿porque los usamos? para escapar de una realidad que es adversa como dijo Jennifer,¿ para evadir, para entretenernos, para motivarnos, para descansar?. En verdad pienso que los medios sirven en la manera que nosotros los tomemos, ya que mecanismos de evasión los vamos a tener si o si, si somos evasivos. De esta manera el modo de ver y entender a la T.V solo va ser un correlato de la relación que uno tiene consigo mismo y el mundo. La cosa que yo creo esencial es que vallamos creciendo en complejidad y en desarrollo en comunidad(audiencia) para poder lograr empoderarnos de nosotros mismos, para ver que nosotros somos los que en verdad interactuamos con estos medios y el mundo, por ende, tenemos parte, o somos responsables de como usamos y vivimos con estos medios.
mayo 7th, 2009 at 21:31
Definitivamente los medios seducen a la audiencia, aunque claro la audiencia está consiente de aquello y muchas personas se reconocen fanáticas de algún problema. Un claro ejemplo son los programas nocturnos como el reality 1810 o el reciente ¿Dónde está Elisa?, sobre los cuales todos comentan y se forman conversaciones en torno a estas series.
Aunque no considero que esta seducción transforme la ficción en realidad, sólo que se hace parte de la vida cotidiana, como ver un programa o comentarlo, pero la audiencia posee la capacidad de diferenciar ambas, o al menos la mayoría de ella.
Por eso como han comentado, no se debe dramatizar el rol de los medios, los cuales cumplen su papel de informar o entretener, y cada persona tiene la responsabilidad de escoger lo que desea ver o creer.
mayo 8th, 2009 at 18:28
La televisión, lógicamente al ensayar y al ensayar estas fórmulas de seducción (y comprobar que realmente tienen efectos positivos en las tendencias de consumo de las personas), seguirá atrapada en el mismo círculo vicioso. Como decía una compañera, «no le exijamos mucho a la televisión», somos, en gran medida, responsables de lo que vemos. Pero mi preocupación está enfocada en las graves consecuencias que esto puede provocar, a tal punto de seguir con este círculo vicioso (no necesariamente continuar exponiendo -en el caso de los medios-), sino en las representaciones sociales que crean para sí las personas, y que posteriormente, se las comunican entre ellas. ¿Podremos abstraernos entonces?
junio 14th, 2009 at 15:08
Creo que es muy importante resaltar que los medios masivos de comunicación no deben ser tomados ni como positivos ni como negativos, debido a que es cierto que la audiencia puede llegar a ser no reflexiva frente a la recepción de algunos contenidos, sin embargo, como se comento anteriormente las personas si tienen la capacidad de decidir que es lo que quieren ver y por que cosas permitirán ser seducidos. En otras palabras, si hay un programa que a un espectador le gusta, lo verá recurrentemente; pero si no es de su interés, y por ende no lo ve no causará ningún efecto sobre él.
Lo que permite que se pase a los medios como refugio de la vida real, se relaciona con la intención de los individuos de ser atraídos por una realidad ficticia para poder desconectarse del día a día, lo que implicaría que utilizamos los medios a voluntad, pero si se puede destacar que no siempre se tiene una amplia gama de posibilidades para decidir que es lo que se va a ver, lo que, en ciertos casos implicaría la necesidad de verse motivados por algo que no es de su total interés, lo que lleva a un cierto conformismo, aunque si los individuos tienden a ver un programa porque no tienen otra opción, los medios si tendría la capacidad de seducir a la audiencia.
En conclusión, cuando decidimos dejarnos llevar por algo que nos interesa, los medios pueden «jugar» con nuestra mente, llevándonos a creer cosas que no son reales, a sentir o a empatizar con los personajes que se encuentran en la pantalla. Un vivo ejemplo de esto, es cuando vamos al cine y algunas veces lloramos o nos asustamos. Con esto quiero decir, que fuimos por cuenta propia, pero la película, a través de los efectos, la historia, etc., si logra producir un sentimiento que no corresponde a nuestra realidad.