Virales en Londres 2012: desde la Reina Isabel hasta Tomás González

Los Juegos Olímpicos se encuentran entre los eventos deportivos más vistos a nivel global. No obstante, los recién organizados en Reino Unido tuvieron un aditivo especial con el que no habían contado las anteriores versiones: la masificación de internet. Según el sitio oficial de Londres 2012, la competencia tuvo una potencial audiencia de casi 5 mil millones de personas alrededor del mundo. A esto se suma la gran cantidad de espectadores que revisaron información a través de las distintas páginas web encargadas de cubrir las diferentes ramas.

Esta explosión de acceso a todo el acontecer deportivo no quedó ajeno a las redes sociales, lo que conllevo a una serie de virales que lograron transmitir por toda la red. A continuación un repaso de los más difundidos, pero no sin antes aclarar un punto importante: ¿Qué es un viral?

Contenido viral

Según el sitio web Urban Dictionary —una especie de RAE para los internautas— este concepto corresponde a una estrategia de marketing, sin necesariamente tener fines de lucro, que anima a los usuarios a traspasar un mensaje a través de las distintas redes que maneja. Utilizando un sistema «boca a boca», una imagen, un video o simplemente una palabra puede ser transmitido a un par de amigos o al mundo entero. Las olimpiadas tenían entonces un potencial gigantesco que no tardó en explotar.

La reina impasible

Basto solamente la inauguración de los Juegos Olímpicos, presenciada por más de 900 millones de personas, para que rápidamente una imagen diese la vuelta al globo. Uno de los números más impactantes fue el de la llegada de la Reina Isabel, quien a través de un cortometraje junto a James Bond (Daniel Craig), simulaban realizar un lanzamiento en paracaídas hasta el Estadio Olímpico de Londres. Sin embargo, no fue la actuación en sí misma la que se difundió a través de la red, sino la inexpresiva faceta que mostró la reina, la que en menos de 24 horas ya había sido replicada en Tumblr por más de 10 mil cuentas, y vista por 250 mil personas, sin considerar el alcance que tuvo a través de otros sitios. Ni las morisquetas de Rowan Atkinson (Mr. Bean) tuvieron tal atención.

Plata en competencia, oro en popularidad

McKayla Maroney es miembro del equipo de gimnasia femenino de Estados Unidos. Siendo su especialidad el salto, la joven pretendía conseguir el oro tras haber realizado un salto casi perfecto, pero le fue arrebatado tras una desafortunada caída en la final. El notorio gesto de decepción que mostró al recibir la medalla de plata fue difundido con gran rapidez, alcanzando más de 170 mil visitas en 48 horas. La imagen conocida como «McKayla no está impresionada» tuvo incluso una columna publicada en The Wall Street Journal, la que señala que la gimnasta se tomó con bastante humor su inesperada fama.

El más veloz en la pista y en Twitter

Usain Bolt tiene casi 2 millones de seguidores en su cuenta de Twitter. Una cifra no tan sorprendente considerando su potencial mediático, donde otros deportistas como Cristiano Ronaldo y Kaka tienen más de 10 millones. Aún así Bolt se puede considerar como un triunfador de la red social. Durante las olimpiadas no solamente ganó en velocidad, sino también en Twitter. 80 mil menciones por minuto alcanzó el jamaiquino durante la final de los 200 metros y 75 mil durante la final de los 100 metros, siendo en total el más nombrado con 1 millón de referencias, superando así a otros deportistas como Michael Phelps y Kobe Bryant. Un rayo en la vida, un relámpago en internet.

Bigote olímpico

Durante dos semanas los chilenos pusieron plena atención a un deporte poco común por estos lugares: la gimnasia. Tomás González era la principal carta para obtener una medalla en los pasados juegos, y aunque alcanzó dos meritorios cuartos lugares, no pudo obtener la presea olímpica. Sin embargo el deportista alcanzo gran popularidad durante su participación, alcanzando casi 250 mil seguidores en Twitter, y siendo tema recurrente debido a su particular bigote, el que traspaso fronteras y llamó la atención de muchos extranjeros. Incluso fue creada la campaña llamada «Bigote Olímpico», la que permitía mostrar apoyo a González a través de un mostacho que se podía agregar a la foto de perfil. Casi 12 mil personas siguieron esta tendencia. Sin duda un ganador entre la gente.

Así mismo varios otros competidores fueron protagonistas y se dieron a conocer por distintas particularidades, más que por el propio desempeño deportivo. La fácil accesibilidad a la red la ha convertido en una corriente que se encuentra latente, y que de un día para otro puede lanzar a alguien a la fama sin siquiera buscarlo.

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